Presentación del libro escrito por
Luis Eduardo Schroeder Soto.
Estudio crítico, cronológico, narrativo, sucinto y razonado de los factores y del proceso que llevaron a la creación de una leyenda sobre un presunto juramento de Simón Bolívar en Roma.
Publicado por:
Editorial LibrosenRed, Buenos Aires, 2010.
ISBN 978-1-59754-616-4
Editorial LibrosenRed, Buenos Aires, 2010.
ISBN 978-1-59754-616-4
Destacamos a continuación el texto del Exordio (prefacio) de
la obra, seguido de una de las recensiones que se le han hecho al libro en la
prensa internacional, incluyendo numerosos e interesantes comentarios de
lectores.
Exordio.
Las fuentes que tratan sobre la
vida y obra de Simón Bolívar son de una abundancia excepcional. El material
puesto sobre el papel, recolectado y recopilado con admirable maestría y
reconocido frenesí durante dos centurias por los historiadores, especialmente
en Hispanoamérica, es hoy día inagotable. A esto hay que sumar lo que durante
el mismo tiempo se ha venido produciendo de generación en generación, tanto por
eruditos y estudiosos, que proceden con respeto en la noble tarea de recuperar
y divulgar los valores históricos del gran legado que nos ha quedado, como por
apasionados admiradores del héroe que, infelizmente, ya sea por falta de
ilustración o por imprudencia en el manejo de la información, como también
procediendo deliberadamente y sin escrúpulos, vienen tergiversando la Historia
a su antojo.
Conocido es que la historia de
Bolívar está erizada de dificultades para el investigador de buena voluntad,
pero no es a razón de que la información que las fuentes aportan sea en sí
difícil de consultar o que ésta sólo se encuentre al alcance de algunos
privilegiados, porque felizmente hoy en día hasta el ciudadano de la calle
tiene acceso a los más exclusivos y reservados archivos, si es que aún no se
encuentren a su alcance en línea directa en bibliotecas virtuales o puestos
textualmente en su mano, mediante los más modernos sistemas de la informática.
El gran problema, la mayor dificultad, está en saber navegar en ese mar de
papeles y en seleccionar prudentemente las fuentes puras, en la igualmente
sorprendente abundancia que existe de documentos producidos con los fines de la
abominable desinformación, puesto que es así que no hay en nuestros días asunto
o acontecimiento en la vida de Simón Bolívar, que no haya sido tocado por la
mano de la tergiversación, ocasionando que su otrora grande imagen y augusta
obra, tiendan desafortunadamente a caer bajo la sombra de lo fantasmagórico.
Este libro que colocamos en las
manos del lector, no solamente ilustra sobre el proceso de cómo es que se forja
un mito con el decurso de los años y la mano de los inescrupulosos apasionados
de un héroe, sino también sobre lo insólito de cómo es que ese mismo héroe en
vida, crea una leyenda de la que se vale para alcanzar determinados objetivos, pero
que por desgracia también cae en las manos de aquellos que, en nefasto devaneo con
los valores de la Historia, atizan a todo precio un desmesurado culto a su
persona.
El caso del que aquí nos ocupamos
es uno de los tantos que infelizmente han seguido el mismo proceso y así es que
la Historia está hoy en día saturada de pasajes absurdos, a veces hasta
verdaderas fantasías sorprendentemente sostenidas por testimonios capciosos declarados incoherentemente
irrevocables e irrecusables. Aquí tenemos al protagonista central, convertido
en víctima de aquellos que a toda costa quieren travestirlo en genio
predestinado, con facultades sobrehumanas para vaticinar su propia suerte,
procediendo como autor y promotor furtivo que no solamente da inicio a la
leyenda, sino que también escribe el libreto, escoge el escenario, determina la
coreografía, selecciona los intérpretes y dirige su intervención. En verdad no
es nada extraño encontrar a Bolívar dictando o reseñando el orden de lo
acontecido, acomodando la información a sus propósitos de turno. Muchas veces lo
encontramos valiéndose de cartas falsas producidas para lograr algún objetivo
propio, o con fines de engañar al enemigo, llegando inclusive a idearse alguna
batalla que no ha acontecido y creando mitos de héroes mártires para alentar
los ánimos y el orgullo de sus conmilitones y compatriotas. Pero el hecho es
que siempre ha tenido una razón o motivo para ello y en la historia se le ha
dado justificación o sencillamente se deja pasar el hecho como auténtico.
También es justo recordar que son
años en que la contienda, no solamente se gana con las armas en el campo de
batalla, sino a papelazos con proclamas y discursos, por todos los medios de
comunicación disponibles en los pasillos de las casas consistoriales, en los cuarteles
generales, entre ejércitos, pueblos y ciudades, y tanto contra el enemigo
declarado como contra el aliado que compite en méritos, en poder y gloria. Y a
propósito de esta última, es placentero encontrar en esos mismos millares de
páginas en que navegamos, pasajes que también nos recuerdan que llegada la
hora, tenida la oportunidad para expresar la gratitud al más grande de los
héroes de la Independencia americana, la espontaneidad y euforia de las gentes
componen las más gratas y acertadas expresiones, un ejemplo de las cuales
traemos a colación en esta parte introductoria, ocurrido el año 1825 en el
Perú, el escenario en el que un año antes, 1824, Bolívar supuestamente escribe
algo crucial que da inicio a la leyenda que aquí estudiamos, pero ahora, en el
mes de junio, terminada la contienda emancipadora, lo encontramos en planes muy
de su agrado camino de Arequipa al Cuzco.
Luego de haber decretado la
instalación de un Congreso para el 10 de febrero de 1826, Bolívar parte de Lima
[1825.04.10-Do.] con el fin de recorrer las regiones del Sur del país a lo
largo de la costa, para luego continuar hacia el interior. Lo sigue un enorme
séquito entre los que va su ex maestro Simón Rodríguez, que después de 22 años
de exilio voluntario por la lejana Europa, se encuentra nuevamente a su lado.
Bolívar no tiene necesidad de abandonar la capital del Estado puesto que ya no
hay enemigos que exijan su presencia tierra adentro, y sí por el contrario El
Callao, importante puerto a las puertas de la capital, que sí requiere de toda
su atención, queda temporalmente descuidado. Su adorada Manuelita no lo
acompaña en esta ocasión, y todo indica que es precisamente una temporada
alejado de la dominante personalidad de la bella Quiteña, lo que el Caraqueño más
precisa con urgencia.
El propósito de su viaje, según
lo explica en proclama que da a los limeños el mismo día que sale de Lima, es
«…ir a los departamentos del sur a llenar el dulce deber de mejorar la suerte
de vuestros hermanos, recientemente incorporados a la república…».
La libertad conseguida con la batalla de Ayacucho (1824.12.09-Ju.) debía
afianzarse definitivamente en aquellas regiones, y así, Pisco, Ica, Aguada de
los Palos, Nasca, Pachaqui, Arequipa, Cangallo, Lampa, Pucará y Oropeza, entre
otras poblaciones, ven pasar la caravana que es objeto de los más entusiastas
recibimientos. Si bien Bolívar despertaba resistencias entre la aristocracia
limeña, cosa diferente sucede con los habitantes del litoral y la cordillera,
quienes conscientes de las dimensiones de la lucha emancipadora, pregonan su
sentimiento de gratitud a los cuatro vientos.
La apoteosis se produce en El
Cuzco, antigua capital del Imperio Incaico, en donde mil de las más prestantes
damas de la ciudad entregan al héroe una corona de laureles en oro, adornada
con un gran sol figurado compuesto de 60
chispas de diamante, y con 49
perlas barrocas que lucen pendientes en redondo, rematando en un lazo tejido en
el mismo metal, provisto de una media luna con 3 enormes diamantes y 4 chispas.
«…En el dichoso instante
en que S. E. el Libertador tocó la raya de este departamento…»,
todos sus hijos sueltan las efusiones de sus corazones, manifestando en
palabras y acciones el inexplicable contento que con la presencia de su héroe llena
sus almas. Las suntuosas decoraciones de arcos triunfales, colgaduras, bailes,
tamboriles y música, cubren los caminos en toda su extensión, convirtiéndolos
de campos desiertos en magníficas piezas de sarao, siendo para los peruanos apenas
una pequeña muestra de su júbilo y reconocimiento a las dignaciones del gran
Libertador, cuyas mínimas acciones y palabras son recibidas como otros tantos
regalos del cielo. Una bizarra elocuencia es menester para pintar la suntuosidad
del hospicio que allí ofrece el más vivo patriotismo, pues en un campo desierto
se hacen habitaciones para Su Excelencia, para su comitiva y para su guardia de
honor, de madera y juncos en el exterior y ricos tapizados en su interior,
alfombrados los pavimentos y «…llenos de faroles de cristal para
iluminar esas magnificas piezas en que estaban en competencia la majestad y el
gusto…».
El párroco indígena de Pucará, en
una de las escalas del trayecto, resume en una frase que se hace célebre, el
sentimiento de las gentes durante aquellas jornadas:
«…Quiso Dios formar de salvajes un imperio, y creó
a Manco Capac. Pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de
expiación, tuvo piedad de América y os ha creado a Vos. Sois pues, el hombre de
un designio providencial. Nada de lo hecho antes se parece a lo que habéis
hecho, y para que alguien pudiera imitaros, sería preciso quedara un mundo sin
liberar. Habéis fundado tres repúblicas que, en el inmenso desarrollo a que
están llamadas, elevarán vuestra estatura a donde ninguna ha llegado. Con los
siglos crecerá vuestra gloria, como crece la sombra cuando el sol declina…»
Bellas, eufóricas y elocuentes
líneas. En verdad hay razón para tanta efervescencia. No obstante, las últimas
palabras del inspirado Cura resuenan en nuestra mente como campanas al vuelo
tocando a generala, puesto que es así, que si los fieles amantes de la verdad
que nos hace libres, no reaccionamos con urgencia y severidad contra los detractobolivarastras que polucionan la
Historia Patria con sus inauditas sagas y odas, haciendo de los héroes epónimos
figuras fantasmagóricas, esa sombra cuando el sol declina, va a crecer sobre la
gloria de Bolívar, corrompiéndola y ahogándola en término de un par de
generaciones venideras.
Ilusión, desaire y fantochada en torno al presunto juramento de Bolívar en Roma.
«… ¡Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español! …»
Estas palabras nunca fueron
pronunciadas, ni escritas por Simón Bolívar, como tampoco las conoció en vida.
Pasados 53 años después de su muerte (1830), un médico con alardes de
historiador las incluye en un impolítico texto compuesto a su antojo y fantasía
(1883), que hace pasar como palabras del héroe pronunciadas sobre uno de los
montes de Roma (1805), sosteniendo que un anciano de 80 años con
tendencias a la senilidad, se las trasmitiera 45 años después
(1850) de haberlas oído de la boca de quien fuera su pupilo, y a quien supuestamente
acompañara durante una excursión a tal lugar. Desde entonces, habiendo sido
adoptadas por los pueblos desinformados, venerándolas como texto bolíblico, vienen
estropeando la imagen del héroe y carcomiendo el pedestal de su memoria y
gloria.
El fantaseado juramento profético sobre el monte Sacro en Roma, que se viene atribuyendo a Simón Bolívar, es rotundamente falso. Constituye uno de los mayores abusos en flagrante adulteración de las verdades de la Historia, convirtiendo en dogma bolivárlatra a un embeleco forjado por inescrupulosos. Presentar como un hecho verídico, que Bolívar hubiese mantenido el susodicho juramento, no solamente es una de las mayores falsedades que se registran en el océano de la Historia Bolivariana, sino que es una verdadera y vulgar fanfarronada.
Este es uno de los puntos que más provoca a la controversia en toda biografía de Bolívar, o en texto histórico, por el que se delata la calidad del biógrafo y del historiador: sus dotes como tal, su profesionalidad, su objetividad y rectitud, sus fuentes de información, y más que todo su respeto al uso de la palabra pura y veraz. Los historiadores y biógrafos que hacen abierta y tendida exposición o empleo de este seudojuramento de Bolívar, anotando inclusive la fecha inventada por académicos confabulados para el supuesto suceso, y citando las palabras que la fantasía de un sujeto estrafalario coloca en los labios del joven Caraqueño, que a la sazón no pasaba de ser más que un lúgubre y errante aristócrata, se ponen en una situación que los delata como vulgares libelistas. Respetamos y apreciamos a los cuentistas y fabulistas que nos deleitan con el uso de la palabra libre y pulcra, pero condenamos y criticamos sin clemencia, a los autores de pasquines con los que tergiversan la Historia, haciéndose pasar por paladines de la verdad patente, clara y sin rebozo que se espera de los historiadores que se hacen respetar como tales.
Sostener que el alma y los orígenes de la revolución que conducen a la independencia de pueblos enteros en la América meridional, sean producto o se deriven de un voto pronunciado por un joven caraqueño en excursión por un país lejano, es una pedestre saga que afrenta la identidad de aquellos y escarnece su orgullo patrio, además de que en la forma como esa ha sido interpretada, difundida y enaltecida, no es otra cosa que un ultraje a la memoria de Bolívar, al no haber sido éste el propósito de una de sus artimañas producidas en persecución de otros designios, claramente expuestos en los anales de la Historia.
La revelación de esa artimaña, la bizarra manera como es concebida, sus insólitos objetivos, el pasmoso procedimiento en su divulgación y sus funestos efectos, junto con la improcedente interpretación y uso abusivo que se le da en la posteridad, es precisamente lo que constituye la finalidad de este exhaustivo estudio, adelantado en aras de una justa y oportuna reivindicación de la ultrajada Historia.
Al escrutar sin embargo todo lo que está ligado con el dictado voto de Bolívar en Roma, es deplorablemente ineludible tener que confrontarnos con otros asuntos de sensible gravedad y notoria controversia, como son sus renuncias a discreción, sus evasiones del escenario de la contienda, y su desatinada campaña para hacerse coronar, a razón de que es el propio Bolívar quien espontánea y sorpresivamente los trae a colación, tratando tortuosamente de paliar los efectos de los unos con los resultados de los otros.
En lo que concierne a nuestro papel, éste es el caso, muy especial por cierto, en el que podemos vanagloriarnos por el denuedo de salir en defensa de Simón Bolívar, protegiéndolo de una avalancha de falsedades y fanfarronadas escritas y sostenidas precipitada y hasta premeditadamente, contra su magna imagen, originadas no pocas veces por los mismos llamados a salvaguardar los valores de la Historia Patria.
Al hacerlo, queremos dar ejemplo de cómo depurar la historia ortodoxa de Simón Bolívar sin sensibilidad alguna, eludiendo toda fuente sospechosa de prejuicio, sin aceptar que se ahogue la voz del autor que estorba, repudiando la tradicional algarabía de acusaciones y calificativos tales como calumniador, libelista, enemigo de Bolívar, etc., como si todo autor que no colme con adulaciones al Caraqueño, fuera sujeto que no tenga otro deseo aparte de escribir satisfaciendo alguna pasión vesánica contra éste.
Cumplidos ya los 200 años desde las fechas en que se dieron los primeros gritos de independencia, y celebrados con toda pompa los comienzos de la contienda que dio lugar al nacimiento de naciones grandes, hermosas y soberanas, es hora de dar inicio también a una campaña que conduzca a la reivindicación de la Historia, reescribiendo sus páginas cantando la verdad pura.
La farsa histórica del juramento de Bolívar sobre el Monte Sacro.
Recensión del Voto de Bolívar, "…sin exceptuar una paja".
Ricardo Gil Otaiza
Escritor venezolano. Doctor en Ciencias de la Educación. Ha publicado 28 libros. Investigador en Educación Superior, Historia, y Literatura. Profesor Titular de la Universidad de Los Andes. Columnista del diario Frontera de Mérida, Portal Código Venezuela y el diario El Universal de Caracas.
Escritor venezolano. Doctor en Ciencias de la Educación. Ha publicado 28 libros. Investigador en Educación Superior, Historia, y Literatura. Profesor Titular de la Universidad de Los Andes. Columnista del diario Frontera de Mérida, Portal Código Venezuela y el diario El Universal de Caracas.
El Universal.
Caracas – Jueves 16 de junio de 2011.
Si desea leerla directamente en el periódico, haga clic en el pequeño libro que se hojea.
En medio de la abundante literatura que sobre la figura de
Simón Bolívar se pública permanentemente, no es común hallar textos que busquen
la exégesis y la interpretación histórica crítica sobre la base de documentos
fiables y precisos, que pongan las cosas en su sitio y que muestren los hechos
deslastrados de mitos y de falsedades. La figura del Libertador es presa a
diario de los cultores de la cuasi religión bolivariana, nacida en el siglo XIX
y que hoy es utilizada sin rubor alguno para sentarse las bases de procesos
políticos en toda América Latina, que en nada comulgan con el ideario de un
prócer al que se le cita hasta el cansancio, frente a la aquiescencia de
academias y de expertos de aquí y de otros países, que se contentan con
alimentar el mito, porque de ello dependen sus posiciones y su inestimable
poder.
En este sentido llegó a mis manos, por gentileza de su
autor, el tomo titulado El voto de Bolívar, "...sin exceptuar
una paja", del escritor-historiador colombiano Luis Eduardo Schroeder
Soto, editado por LibrosEnRed, 2010. Este grueso tomo (516 páginas) tuvo que
hacer un largo viaje para llegar a mí, ya que en la actualidad el autor reside
en Gotemburgo (Suecia), y tal deferencia me proporcionó varios días de disfrute
al conocer aspectos sobre la vida de Bolívar, que hasta hoy han estado erigidos
en "verdades irrefutables", y que sólo la erudición y la disciplina
de Schroeder bajan del altar patrio y así se presentan ante nosotros como
esquirlas de ese mito que se ha hecho pieza clave de la sacrosanta doctrina
bolivariana, que como se verá, fue iniciada por el propio Libertador.
Centra Schroeder sus afanes exegéticos en el supuesto
juramento del joven Bolívar sobre el Monte Sacro de Roma: "Juro delante de
usted; por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por
mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya
roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español". Según lo
repetido hasta ahora por la historiografía de las naciones bolivarianas, este
"voto" lo hizo Simón Bolívar en presencia de su maestro Simón
Rodríguez y de Fernando Rodríguez del Toro e Ibarra. Como se sabe también, fue
el médico antioqueño Manuel Uribe Ángel quien lo trascribe 53 años después (de
la muerte del héroe), haciendo referencia que lo escuchó de labios de Simón
Rodríguez, y éste a su vez de Bolívar.
A partir de esta circunstancia y durante 30 largos años,
echa a andar Schroeder todo un mecanismo de revisión exhaustiva de este
supuesto "hecho histórico", documentándose de manera profusa en
bibliotecas nacionales, de universidades, en diversos países iberoamericanos,
como de Europa. El resultado es un impresionante desmontaje de toda una saga
echada a andar por el mismo Libertador (inventada por él, ni más ni menos, nos
dice el autor), con el denodado afán de incrementar su prestigio y el mito, en
aras de "camuflar su campaña en pos de la corona y la presidencia
vitalicia". Según Schroeder, todos los hilos orquestados durante esta
monumental investigación conducen a este lastimoso derrotero, que lleva
inexorablemente a conclusiones paralelas, no menos impactantes: la denominada Carta
de Pativilca no fue escrita ni copiada por el coronel Ibarra y "es un
documento falsificado preparado con fines especiales". Es más, agrega,
cabe la posibilidad de que el citado documento se haya escrito años después del
fallecimiento de Bolívar. Además, interpela Schroeder a las academias de
historia de Colombia y de Venezuela. A la primera acusa de "dejación"
frente a la saga del seudojuramento; a la segunda increpa con términos
categóricos: "La Academia Nacional de la Historia, de Venezuela, mediante
vergonzosa manipulación de las fuentes históricas, promueve la ignominiosa
campaña de desinformación tergiversando la historia a su antojo".
Como se puede observar, un libro impactante, escrito con
rigurosidad, aunque con lenguaje ameno, que nos invita a reflexionar sobre cómo
hemos sido víctimas de fraudes y tergiversaciones por parte de quienes se
erigieron en los santos de la religión bolivariana (comenzando por su patrono),
así como de sus fieles y consecuentes seguidores.
Comentarios (45) a la recensión de Ricardo Gil Otaiza.
El Universal –
Caracas.
Jueves 16 de junio
de 2011
Conservamos su lengua, estilo, redacción y ortografía originales.
Por Juan Perez
16.06.2011
7:26 PM
Hasta cuando esta gente nos seguiran amargando la vida! a
Bolivar lo traicionaron, lo expulsaron y lo mataron pero nunca han podido
mancillar lo mas sagrado para Bolivar y que es su HONOR y su HONRRA asi como su
GLORIA, ya otros historiadores han tratado de minimizar a Bolivar y su memoria:
Pino Iturrieta, Guillermo Moron, Manuel Caballero etc., por el solo hecho que
Hugo Chavez sea Bolivariano y que la mayoria de los venezolanos compartamos ese
sentimiento. Muchos de los comentaristas del Foro se alegran y festejan las
palabras de este señor. Leamos a BOLIVAR " Nadie más que yo sabe lo que
Ud. quiere a nuestra adorada Colombia. ¿Se acuerda Ud. cuando fuimos juntos al
Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa la libertad de la
patria? Ciertamente no habrá Ud. olvidado aquel día de eterna gloria para
nosotros; día que anticipó por decirlo así, un juramento profético"
19-1-1824 !!DIGAN LO QUE DIGAN. HAGAN LO QUE HAGAN SEPAN QUE EL PUEBLO DE
AMERICA ES B O L I V A R I A N O !!
Por Juan Tabares
16.06.2011
7:08 PM
Bienvenida la discusion de estos temas, para saber de la
historia hay que sopesar las diferentes versiones para encontrar el punto mas
cercano a la realidad, porque hasta ahora la historia ha sido demostrado que la
escribe el que le interesa y bajo su propia realidad subjetiva y bajo su propia
percepcion. Entonces, si llegamos al punto de criticar la historia escrita en
la biblia, porque no criticar las historias que se ciernen sobre Bolivar? Que
lo han colocado en el rango de un semidios, cuando vemos que era un simple
hombre de carne y hueso, y como cualquier otro mortal tiene defectos y
virtudes; Eso significa que no hay que tomar por cierto todo lo que se dice
sobre el, o lo que la persona cuenta sobre si mismo.
Por JOSE LABASTIDAS HERNANDEZ
16.06.2011
6:04 PM
SI DE FARSANTES HABLAMOS HAY MUCHOS EN LOS TIEMPOS DE LA 4TA
QUE LO DEMOSTRARON HASTA EL CANSANCIO
Por Petra Bolivar
16.06.2011
5:43 PM
Es un hecho q al pobre Simon Bolivar q no dejan ni descansar
en paz en su tumba, ha sido usado x muchos para preparar todo tipo d guiso
robolucionario q se les pueda ocurrir pra embaucar, estafar, caerle a mentiras
a la gente...pero, hay esperanza, recuerdo a mi director de escuela primaria
quien si trabajaba pra q nos educaramos, practicaba con respeto y amor el
"Moral y luces son nuestras primeras necesidades"...Es un hecho q la
historia, a menos d ser escrita x personas q estan consciente d nuestros
limites y q respetan a los q seran los consumidores d esta informacion,
entonces la historia sera mas fiel a los hechos...d otra manera, todo puede ser
manipulado por o en contra, dependiendo d los intereses tienen el poder o q
manejan la situacion...La mayoria d nosotros, el pueblo d Vzla, no conocemos
mucho d Bolivar y otros personajes historicos...todos eran d carne y hueso, con
sus fuerzas y sus debilidades...y el reconocer esto no les quita en nada sus
puestos en la historia...
Por Placido Noguera
16.06.2011
4:37 PM
Muchas cosas de las que damos por cierta, ciertamente son
mentiras de la historia, sin lugar a dudas, pero ya es muy dificil decir que
algo tan TRILLADO y que forma parte de nuestra historia sea mentira o no. ¿Cual
es el objetivo del autor?... necesariamente tiene razones politicas y no de una
investigacion historica seria: SIMPLE CUENTO DE BORRACHO TRASNOCHADO... Un
elemento de nuestra historia tan arraigado en nosotros no debe ser producto de
un analisis tan simplista como este articulo. Y El Universal debe ponerle coto
a lo que escriben sus columnistas porque tiene que haber un "HASTA
AQUI"... no puede ser que el dia de mañana venga este mismo señor con
pruebas de BOTIQUIN a asegurar, por su analisis, que tal o cual héroe de
nuestra independencia era homosexual o algo asi... PARA ESO TENEMOS CATEDRAS DE
HISTORIA EN NUESTRAS GRANDES UNIVERSIDADES QUE ES DONDE SE DEBEN VENTILAR ESTOS
TEMAS, VISTOS, ESO SI, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA
DE LA HISTORIA...
Por nando vitti
16.06.2011
4:11 PM
Sra. Yraida: La historia, sea de Venezuela o de cuaquier
pais, debe ser escrita a parir de hechos registrados directamente y
verificables. Aún puede aceptarse la opinión de varios testigos directos sobre
un mismo punto. Sin embargo cuando "yo te digo algo que otro me dijo
..." ya se pierde el hecho histórico y pasa a ser mito. Eso fué lo que
pasó con este punto concreto: no lo escribió ni dijo un testigo directo.
Por JOSE NUNES
16.06.2011
3:05 PM
CUANDO DESPERTARAN. LLEGA DE TRATAR DE MANEJAR UN PAIS, UNA
NACCION FIJADO EN EL RETROVISOR. BASTA¡
Por Robinson Tamayo
16.06.2011
2:29 PM
Ojalá esto les sirva a todos los que gritan "Viva
Venezuela" como poseidos...dejen el fanatismo y trabajen por y para el
pais que supuestamente quieren
Por josé guzmán
16.06.2011
2:27 PM
ya está, le dieron otra idea al señor presidente; ahora dirá
que hizo un juramento así pero mejorado en la sierra maestra, con fidel y raul
castro de testigos. ya lo vi todo. ¡que delirio más chimbo, vale!
Por jacobo pico
16.06.2011
1:44 PM
Saludos a todos, para los despistados, asi como al sr.
Ricardo Gil, les recomiendo el libro (AL MARGEN DE LA EPOPEYA) por ELOY G
gonzalez, en ese libro se desmontan tantas manipulaciones que han hecho los de
hoy y los de antes, sobre la vida de nuestro libertador Simon Bolivar. Lo demas
es hablar por hablar y tratar de buscar pantalla, hablando de cosas que no
entienden ni entenderan, dado los fines con que se escriben estas cosas. Todo
con fin politico.
Por Odart Graterol
16.06.2011
1:40 PM
A algunas personas se les olvida a veces que Bolívar pese a
todas las virtudes q poseía y d habernos guiado en la gesta independentista,
fué un ser d CARNE Y HUESO. Durante mucho tiempo se ha querido (necesario en
todas las sociedades) erigir un mito y glorificar al héroe (q vaya q se lo
merece) pero la HIPER-GLORIFICACION q han hecho distintos líderes a través d la
historia, a veces no han dejado conocer el aspecto humano, con las dudas y
temores q tenemos todos, los errores cometidos (No convienen a un héroe sobre
el cual basamos nuestro "Ser nacional") pero desde luego, como
cualquiera d nosotros los cometió. Sería interesante q sea analizado este libro
x nuestra academia d la historia para aprender mas sobre nuestro prócer. Y
sería hasta "bueno" difundir q, así como todos, Bolívar fué uno mas d
tantos ciudadanos (militares Y CIVILES) q han dado tanto x nuestro país y que
merecen también ser recordados y reconocidos. Pero la sombra d la megalomanía
sobre el 1ero ha impedido reconocer
Por Alexander García
16.06.2011
1:36 PM
señores el artifice de nuestra independencia se llamo
francisco de miranda. por supuesto, lo entregaron a monteverde y por ahí cambia
la historia. ya todos sabemos quien lo entrego. Por otro lado claro que es una
falta de respeto a la historia de nuestro amado país.
Por José Manuel
16.06.2011
1:11 PM
Estoy con María Medina. No me sorprendería que. Mi Delirio
Sobre el Chimborazo. Tenga su estudio. Ya García Márquez en, El General en su
Laberinto, quiso desmitificar. Pero si ganas, y tienes la imprenta doble
ganador.
Por Laureano Guzmán
16.06.2011
12:20 PM
Nadie puede negar que Bolívar el es artífice de nuestra
independencia, pero de ahí, a considerarlo y mitificarlo como un dios, hay un
abismo. Podemos ver, a través de la historia, que como un ser de carne y hueso
tenía sus defectos como la megalomanía, la ambición de poder y desbordada
crueldad, que aunque las circunstancias no siempre lo exigieran, lo vemos en
varias campañas en la que se eliminaba a todos los prisioneros.
Por Daniel Marcelo Francos
16.06.2011
12:18 PM
Hubo otro FARSANTE que prometio: "si no se acaban los
Niños de la Calle para fin de año, RENUNCIO A LA PRESIDENCIA". Y vea ud.
seguimos con los pobrecitos mendigando y con Esteban con su cara y que lavada.
(le falta el palto)
Por Yraida Rivas
16.06.2011
11:45 AM
Que falta de respeto a la Historia de Venezuela. Acaso ese
libro está avalado por los historiadores colegiados y de gran renombre de
nuestro país? (sean de opsoición o pro gobierno). Es muy liegra la aseveración
sin el cientificismo meritorio para decir que es una "farsa". Como
venezolanos debemos estar abiertos a los posibles cambios de nuestra historia
pero con la rigurosidad del caso.
Por Luis Camacho
16.06.2011
11:21 AM
Con ánimos de azuzar, pues no seré hipócrita para decir lo
contrario, lo más cierto de este artículo y de muchos otros que se han escrito
a lo largo de nuestra historia, es que la figura de Simón Bolívar ha sido
magnificada, sacralizada y exacerbada sin limitación alguna no sólo por este
gobierno (aunque es el que ha hecho mayor abuso de la temática) sino de todos
los gobiernos de este país, a fin de fomentar la idea del paternalismo
nacionalista, que es no más que hacernos ver que tenemos un padre omnipresente
(al igual que lo ha hecho la iglesia) que vela por nuestro futuro y responde
por nuestras acciones, sacando provecho de la estructura social nacional, de
familias sin figura paterna y de irresponsabilidad extendida. Hay que ser bien
estúpido para creer que la historia enseñada es veraz, porque un dicho reza
"la historia la escriben los vencedores" y la historia se escribe con
total intencionalidad política y social. (continúa)
Por Luis Camacho
16.06.2011
11:28 AM
(viene del anterior) Simón Bolívar efectivamente tuvo
ideales muy válidos en su momento y realidad, pero es falaz decir que fueron
ideales de pureza y total entrega patria, porque la realidad de lo que
evidencian los resultados y sus bienes dicen a gritos que tuvo intereses
personales como cualquier otro mortal. No más ver la casa palaciega que
confiscó en Bogotá, desde donde viviría la vida de una suerte de corte
colombiana, para darse cuenta de ello. Los ideales son una cosa y las gentes
otra, por eso es que este país para que salga adelante con seriedad debe, no
destruir sus símbolos (que es seguramente lo que creerán algunos que hacen
comentarios como el mío respecto al tema), sino observarlos críticamente y sin
cristales dogmáticos, para así poder apropiarse de lo que verdaderamente
importa LOS IDEALES. Y para el que crea que hablo gamelote, pues piense y
medite frases como "Bolívar resucita cada 100 años" CREED EN LOS
IDEALES NO EN LOS ÍDOLOS
Por Romulo Ochoa
16.06.2011
11:19 AM
claro ahora resulta ser que bolivar no fue bolivar sino que
era rasputin disfrazado, por favor señores seamos mas serios, todo el asunto es
porque el presidente chavez usa estas frases, entonces como las usa el hay que
demonizarlas, desprestigiarlas, correcto? Bonito seria si las usara ramos allup
o alguno de los proceres que se encuentran en el pais limeño o en el peru segun
sea el caso sean estos filosofos o no, pero como es chavez quien recurre a
estos recursos pues hay que invalidarlas o quitarles la notoriedad que de ellas
emana, pues sigan asi, que de eso solo sacaran es perdida de su prestigio y
deshonor, resalten sus virtudes con propio credito de lo que hacen no recurran
a sandeces ni estupideces, pues la gente tiene ya valores y ustedes con esas
tonterias no haran que la gente piense distinto es mas, la logica es que
bolivar haya dicho eso en momentos de embriaguez como es tipico en todos los
seres humanos envalentonados por el vino e incluso por su estirpe mantuana y
rico caraqueño.
Por Luis Gutierrez
16.06.2011
11:02 AM
Se ha vuelto a desatar el anti-bolivarianismo al puro estilo
de la oligarquía bogotana y de la cosiata valenciana. Puede que haya ciertos
documentos históricos que se deban revisar, entre ellos claro está el juramento
en el Monte Sacro, pero de allí a desconocer la epopeya libertadora hay
definitivamente mucho trecho. Ese libro es un simple ensayo que no se debe
tomar al pie de la letra. Hay eventos o hechos históricos que deben ser
revisados, pero no para dar conclusiones a la ligera como ese libro de
Shroeder.
Por yadira mujica
16.06.2011
11:00 AM
Como el Sr. Luis Eduardo Schroeder Soto, tuvo esa deferencia
con usted viviendo él en Suecia, nada menos, yo debo creer a pie juntillas lo
que le da la gana de escribir. Me imagino que cuando algún
"historiador" le envíe otro libro desde Francia, y diga que Bolívar
simplemente no existió, habrá que creerle.
Por Ivan Avendaño
16.06.2011
10:53 AM
A Bolívar hay que juzgarlo por sus acciones. Al final liberó
a casi toda Suramérica del dominio español. Acaso importa si juró o no en el
Monte Sacro. Publicidad del Libertador, lo dudo, si justamente están diciendo
que Simón Rodríguez lo hizo público años después de la Muerte de Bolívar.
Bolívar no tiene la culpa de haber vivido en una época en donde el
"Romanticismo" era la forma de entender al mundo, asi como hoy lo entendemos
nosotros con Twitter, Facebook y Google. El hombre quería liberar a esta
nación, ¿que no harían uds. por proteger su casa si la tienen invadida?. Lo que
más me sorprende son los comentarios de algunos que atropellan a Bolívar solo
porque es mal utilizado por otros. Tanta bajeza hay en quien lo mal utiliza,
como en quien le da la espalda solo para llevarle la contrario a los primeros.
Por Miguel Sierra
16.06.2011
10:52 AM
Increible lo que acabo de leer, hasta que punto hemos
llegado, criticar al Libertador, me supongo que este tipo llamado Ricardo Gil
es de los historiadores que piensan que Colón llego para traernos la educación
a nuestra America y civilizarnos, definitivamente he leido cosas estúpidas,
pero este tipo raya en lo ridiculo, no creo que el Juramento de Bolívar haya
sido tan elocuente y veraz como lo pintan los historiadores de aquí, pero de
alli a quitarle méritos al Libertador es mucho, y en cuanto a los comentarios dejados
aqui, veo que hay un sentimiento de odio hacia nuestro Libertador, me supongo
que ellos son españoles, colonos que aun están resentidos porque hace casi 200
años firmamos nuestra Independencia, duelale a quien le duela....somos libres y
soberanos
Por Pedro Ebano
16.06.2011
10:37 AM
Sr Salazar, un estudio historico serio, creo que no se
dedicaria ha saber si el juramento fue o no realizado. Primero, porque es
intracendente, y segundo, porque bajo que bases se hacen las elucubraciones de
Schroeder. Me explico?, este escritor hace afirmaciones que no puede probar.
Pero lo grave no es, como dije antes, lo del juramento, sino las numerosas
infamias que Schroeder lanza contra Bolivar. Si, conocer la historia real es lo
mejor, pero contada con bases, y no como una maniobra de marketing. Ud duda que
el Sr Gil actuo con ligereza, bajo que premisa asume esa duda, porque su
articulo apoya en un todo las conclusiones de Schroeder,no es eso una ligereza
de juicio. Asi como Ud ve muchos cultivando el mito, yo veo mucho arrasando con
cualquier ideal de rectitud y dignidad. Y eso es lo que Bolivar es, por encima
de la historia, es un ideal, en donde todos los venezolanos de bien dirigen su
norte. Pide vision amplia y no descalificar, pero el obtuso y descalificador es
el Sr Gil.
Por Arturo Noguera
16.06.2011
10:33 AM
Sr. Vargas, con todo respeto, el principal en gran parte de
Latinoamérica (y por ende de su gente) es que el mito de Bolívar está muy
sacralizado, hasta el punto que es difícil decir que es verdad y qué es mito.
No me cabe duda que más de un historiador callará lo que sabe, o que
simplemente se niega a aceptar cualquier hecho, así sea verídico, que retrate a
Bolívar como un mortal más, por miedo a ser atacado por sus colegas o algún
fanático. Si lo del Monte Sacro es verdad o no es muy difícil de saber, la
historia la escriben los ganadores y estos la manejan a placer.
Desgraciadamente hoy en día en Latinoamérica asegurar que Simón Bolívar era un
ser humano del montón, con los mismos vicios y defectos de cualquiera es como
ir al Vaticano y asegurar (acertadamente) que Jesús ni era rubio ni tenía los
ojos azules.
Por jerarca labrador
16.06.2011
10:00 AM
leo diversas y confrontadas opiniones referentes al
contenido del articulo y al hacedor del mismo, mi humilde y sencilla opinion es
que la grandeza de la hazaña epica realizada por el libertador, siempre
deslumbrara y resaltara por encima de cualquier aclaratoria de episodios donde
se verifique o se niegue acontecimientos relativos a su vida publica o privada.
para mi este verso es casi que un credo: "cuentan que tuvo en su faz lo
que salva y lo que aterra................."
Por JHOSMANN FUENTES
16.06.2011
9:38 AM
181 años luego del deceso en Santa Marta, Colombia; de
Bolívar, se presenta Ricardo Gil Otaiza, pretendiendo lo que no pudieron en su
tiempo Pedro Carujo, Tomás Renovales y Francisco de Paula Santander, eliminar
al LIBERTADOR. Pretende Gil, con este artículo mancillar el honor de Bolívar,
igual Luis Eduardo Schroeder; o lo que asoma el último párrafo, vender el libro
de Schroeder.
Por monico silva
16.06.2011
9:30 AM
hoy en dia los juramentos estan desvalorizados, es mejor no
decir nada porque es pavoso, seguimos oprimidos por USA, y su hermanita la UE,
¿cuál liberacion ?
Por pedro pantaleon
16.06.2011
9:29 AM
LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS TRIUNFADORES.......... EL
ESCRUTINIO DE LA MISMA QUEDA PARA DESPUES Y PUEDE SER TAN ABSURDA COMO LA
"FUENTE" DE WIKIPEDIA
Por monico silva
16.06.2011
9:28 AM
las parejas juran ante el altar amor eterno y en unos añitos
por ambos bandos; salen cachos parejos
Por monico silva
16.06.2011
9:27 AM
algunos galenos juran por Hipocrates; y es lo menos que
algunos hacen por las vidas ajenas
Por monico silva
16.06.2011
9:26 AM
en ese juramento lo ayudaron medio mundo, pues, él solito no
hubiera podido llegar ni a Angostura
Por Arturo Salazar
16.06.2011
9:07 AM
Sr. Ebano, la figura historica de EL LIBERTADOR. No se vera
ni ligeramente mellada por que se sepa, o se aclaren aspectos de su vida. Eso
es lo mas sano. Veo a muchos compatriotas, cultivar y reforzar el mito de la
deidad bolivariana. Cuando Bolivar fue un hombre igual que todos, con defectos.
Pero con virtudes tambien, muchas virtudes. Realmente cree que el que se sepa
que el juramento nunca se realizo. Afecte en lo mas minimo los resultados de
sus acciones. El conocer la historia real quiza, sea lo mejor. Y dudo que el
Sr. Gil. tome con ligereza un tema que nos toca a todos. Tengamos un vision
amplia y no descalifiquemos a priori.
Por Francisco Vargas
16.06.2011
9:05 AM
Sr. Gil Otaiza, sin pretender restar méritos ni veracidad al
trabajo de investigación del historiador Schroeder Soto, creo que cabe la
pregunta ¿qué hace que la conclusión del Sr. Schroeder sea más veraz que la
alcanzada por otros historiadores, igual de competentes, que avalan este hecho
protagonizado por Bolívar? Es decir, no soy de los que creo que Bolívar haya
hecho esa proclama de esa forma tan solemne y premonitoria como la ponen
aquellos que endiosan al Libertador, pero quizás sí mencionó que lucharía por
la libertad de Venezuela (o la Gran Colombia) hasta su muerte. Sin duda muchas
de las acciones de los grandes héroes tienden a ser realzadas/maquilladas y
hasta empiezan a aparecer leyendas en torno a ellas (ej. Rodrigo Díaz de Vivar
durante la reconquista española cuando, dicen algunos, venció a los moros
estando ya muerto), pero eso no significa que pueda existir algo de verdad
detrás del maquillaje. Mi humilde opinión.
Por Carlos Marchena
16.06.2011
9:02 AM
Me imagino que el Decreto de Guerra a muerte también fue
inventado. Me imagino que la Firma del Acta de Independencia es un cuadro para
hacerlos ver bonitos a todos. Me imagino que la Batalla de Carabobo fue solo un
montaje y estaban era practicando. Por favor, hay que ser mas consciente de lo
que escribe amigo, y como dice el Sr. Ebano, creer en lo que escribe cualquier
fulano de buenas a primeras solo porque esta en un libro. Deje de politizar a
nuestro Libertador, que no tiene la culpa de ser un ícono que este gobierno a
elegido, pero que en muchas cosas no lo representa. Por Dios, lea un poquito
más y quiera sus simbolos, su historia.
Por JHOSMANN FUENTES
16.06.2011
8:49 AM
Tuvo razón Alí Primera al decir que la alta burguesía iba
cada aniversario de su muerte al Panteón Nacional a asegurarse que estuviera
bien muerto Esta gente al ver el despertar que junto con el pueblo, cada cien
años le atribuyó Pablo Neruda en sus versos; esa burguesía le quiere de nuevo
asesinar.
Por emilio lopez
16.06.2011
8:36 AM
Todo forma parte de la falsa mitologia sobre este hombre (Bolivar),
lo representan como un hombre alto, cuando la verdad es que era un enano que
para subirse al caballo le tenian que poner una escalera.
Por Miguel Porras
16.06.2011
7:54 AM
Ya Caballero había hablado sobre la dudosa autenticidad de
ese juramento -así como de otras frases tradicionalmente atribuidas a él- en un
ensayo incluido en "Contra la abolición de la historia", si mal no
recuerdo. Es bueno ver demostrado que el juramento no era más que un vulgar
acto de campaña épico-publicitaria...
Por Jorge Nieves
16.06.2011
7:12 AM
Clara verdad como lo es la de que Manuelita Saenz haya sido
una Santa Matrona...no mas ni menos que una meretriz glorificada..!!
Por francisco corral
16.06.2011
6:57 AM
Bueno, una prueba más para dismistificar la figura de un
hombre a quién como bien dice el autor del artículo, ha sido convertido en una
deidad. Podemos entenderlo si desmistificamos la imágen de Bolívar, y lo vemos
como lo que era exactamente, como un hombre, con todas las cualidades, virtudes
y fallas de cualquier ser humano. Muy explicativo y seguiremos el rastro de
este libro para leerlo acuciosamente.
Por Richard Granado
16.06.2011
6:29 AM
Muy sorprendente esta comparacion y conclusion a la que
llega Ricardo Gil. Aunque despues de analizarla, tiene mucho sentido. Manipulo
las necesidades de nuestro pueblo para ergirse como un santo, redentor y
salvador. Todavia recuerdo las imagenes del individuo hablando con una copia de
la constitucion en una mano y el crucifijo en la otra. QUE MANIPULACION, QUE
FALSEDAD.
Por Daniel Marcelo Francos
16.06.2011
5:48 AM
La farsa "bolivariana" continua en el siglo XXI,
pero a manos de alguien menos respetable que el Libertador.
Por Maria Medina
16.06.2011
4:59 AM
Excelente artículo. Otro tanto debe pasar con el documento
MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO.
Por Miguel Diaz
16.06.2011
4:48 AM
Y entonces por que este Senor lo dice ahora tenemos que
creer que Bolivar solo queria Corona y presidencia vitalicia? Es que en este
pais si no es Blanco, es Negro, no hay pa' mas. Muchas gracias Sr escritor por
una nota tan inutil. Si no le agrega el ultimo parrafo habria sido, al menos,
anecdotica.
Por Pedro Ebano
16.06.2011
3:18 AM
La ligereza de su pluma me sorprende, lee Ud un libro de un
autor, que lo conoceran en su casa, y tomando como verdades irrefutables, las
notas calumniosas del mismo, arremete Ud a su vez contra el Libertador. El
caucasico Schroeder, es un marino colombiano, que se ha dedicado ha realizar
libros amarillistas, para vivir comodamente en Suecia, a costa de los
desubicados que compran su basura. Es interesante que se desvia un punto
importante, que esta por encima de si el juramento se realizo o no, acaso no
cumplio con su palabra aunque nunca lo haya pronunciado?. Y esa calumnia es lo
mas suave que dice el autor sobre el Libertador. Sr Gil, el hecho de que el
Hegemon haya manipulado las ideas de Bolivar para proclamarse bolivariano,
cuando mentirosamente nos estaba metiendo el comunismo por debajo de la mesa,
no es justificacion para que Ud, pretenda manchar al Hombre Sin Par, que dio
sangre y vida por nuestra liberacion, eso solo indica pobreza de espiritu, que
no concibe nada elevado
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